Insurrecta_db
Cuando hay una pelea entre dos bandos, más o menos se trata de alguna equiparación de fuerzas, dependiendo de esto, la contienda puede durar más o menos y poseer tal o cual grado de crueldad; pero si la correlación de fuerzas es del todo desproporcionada, no hay contienda, es una invasión. Hoy estuve todo el día dando bandazos sabiendo de antemano que cualquier respuesta que hubiera por mi parte, conllevaría sistemáticamente una nueva invasión. He optado por ausentarme, por callarme, por ironizar, por asumir el papel que me han dejado de decir tonterías o no hablar; a las tantas de la noche, cansada de estar sola, he vuelto a entrar ahí; hace dos fines de semana que retomé el saludo y la distensión en el trato con esta persona, ese día reaparecieron esos dos nicks que hoy ella me ha citado: gaviero y el que ella dice que se llama Pablo. En sí mismo, tener que estar hablando de esto cuando lo que buscaba allí era estar con gente, ya es suficiente agresión, pero espero, me exijo a mí misma, que hoy sea la última vez que vuelvo a contestar a algo de lo que me digan allí, Antes de seguir me acompaño diciendome que espero que el buitre haga la señal cuando considere que de nuevo he conseguido estructurar este discurso, de hacerlo antes, sería tanto como no estar aquí ya que se trata de controlar cualquier supuesto éxito que yo logre con esta habilidad a la que tanto poder le atribuye(n). No espero ninguna respuesta que incluya a mi persona.
La importancia que tiene este precario preámbulo es la de que el golpe esta vez fue efectivo por una única razón: considero que debí poner los límites mucho antes, que no debí volver a confiar en esta persona en realidad casi desde que esto empezó, pero por après coup, hace dos fines de semana, cuando entraron “esos dos” supe que el tándem, se empezaba otra vez a formar. Todo esto que estoy contando a mí me resulta humillante (para mí), decía que el preámbulo es porque me traicioné, quise negar la gravedad de ciertas actitudes y ahí fue donde hoy recibí todo el golpe junto: cuando hay una sóla persona a la que se dirigen otras muchas diciendo literalmente lo que les da la gana, es imposible defenderse; a insurrecta la he explicado varias veces cual es la situación, de la manera que he podido ya que siempre era como haciéndome un favor,
(señal)… no obstante, la persona que acaba de señalar, se supone que a ella no la conoce, que no es ni su amigo gaviero ni su amigo Pablo, se supone que pueden decir literalmente lo que les de la gana ya que esto que pasa no se ve. Podría decir que me han deformado la escritura como si fuera un monstruo, pero qué importa si: “que escribas bien no te da derecho a tratar a la gente así”, esto fue lo que dijo mi recién recuperada amiga después de ver como tardé media hora en poder usar el mic, después de haber presenciado cientos de veces este rastreo y después, eso claro, de haberla pedido a ella expresamente que me dijera cómo se sentiría ella si un solo día la trataran así y no haberme contestado… no tengo más fuerzas, ahí está el blog y el que quiera que entienda y el que no también, de lo que me tengo que asegurar es de no volver a escuchar ni una palabra más a cerca de qué es lo que me están haciendo ni quienes puesto que es nadie y porque, literalmente, el preámbulo lo hice para decir que su opinión de hoy, lanzada cuando cinco minutos antes fue un comentario suyo el que me disparó de nuevo al ruedo, tenía, como poco, la obligación de haberlo demostrado; en tal correlación de fuerzas de una contra todos es una crueldad que alguien, cualquiera, opine nada cuando me pisan , me tiran, me dicen que esto me gusta, me dicen que si otra vez, dicen que qué divertido otra vez jaleo, pero no importa, porque no puede importar, es la reducción a lo mínimo y no importa, su comentario me ha vuelto a condenar a estar otro sábado aquí sola, pero no importa porque ese comentario no lo saca a él de aquí y continúa la burla.
Me había marchado a la cama acto seguido de su confirmación, me pareció demasiado incluso para mí que no me estoy poniendo límites aunque me los pongo, me parece una crueldad que alguien que lleva todos estos años recibiendo música, aplausos, respeto, compañía y amistad, se permita dictaminar que me equivoco a cerca de quién me está haciendo esto y que además lo haga de la manera que lo ha hecho: … no tienes derecho a tratar a la gente así… La verdad es que algún curioso que después no tenía demasiado interés (así lo dijo él mismo) me pidió un texto y como cuando entro me indican que me coja una silla y me siente en la última fila y en silencio, dije que fueran a buscarlo al loquero; después de haberme dicho delante de ella, anoche sin ir más lejos, uno de esos “dos” amigos que estoy loca por enésima vez, sinceramente, considero que la traición me la he hecho yo a mí misma.
En este problema no creo que se trata concretamente de invasión, sino de violación de algo tan básico y humanizante como lo es la escritura. Y puesto que es tan amplio el imaginario, sobre todo cuando ha “jugado” con el deseo durante tanto tiempo, no es …”de”…sino solamente violación.
Pilar García Puerta, 21 de junio de 2009
Para recoger cualquier trozo de pastel. Para colocase la medalla. Mama quiero ser artista. Ego_ismo, n imas n i me_-s, me ha salido bien el guiño.
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