LAS MENTIRAS LO SON
Francisco de Goya y Lucientes, Contra el bien general
Las mentiras lo son cuando en algún sitio o por alguien se evidencian como que son mentiras. Cuando consisten en encubrir lo que se está mintiendo, cuando después de mucho tiempo se siguen creyendo como verdades, eso ya no sé qué es. La antipatía o la simpatía son actitudes reconocidas como libres, pero mostrar manifiestamente antipatía para encubrir un beneficio de la persona a la que en evidencia se rechaza, eso tampoco sé qué es. Porque todas las actitudes hostiles tienen un nombre que las define, las da marco, amplitud en la que ocurren, pero esto que está pasando no consta en ningún sitio como lo que en verdad es. A mí no se me olvida, ni se parece un día al anterior por mucho que se repitan los esquemas, le ha resultado muy fácil engañar, pero no consta como engaño. Aquí sigue señalando, ahora mismo lo acaba de hacer, pero en público sigo no existiendo. No necesito su reconocimiento, pero es insultante, que lea aquí cuando allí, para que prevalezca la mentira, se hace el ofendido y ya ni siquiera eso, se ha convertido en costumbre meterse en mi vida por parte, sino de todos, de casi todos, y que al menor intento de protestar parezca yo la agresora en vez de la agredida. Mi actitud no es pasiva, precisamente por eso es que ningún día es igual al anterior, porque la sucesión, la reiteración, la alevosía, da a este acto unas características mucho más graves de lo que en sí mismas ya son.
Tranquilamente me saluda con un Nick, el más alejado de mí, con los que “me encontró” se hace el total desconocido. Ya poco hablo de esto, diré que entre todos han decidido que me tengo que aguantar. A mí no me servirá de nada que algún día pase algo y se den cuenta de la clase de persona que es, creo que mis palabras deberían tener más credibilidad, tanto como las de cualquiera que estuviera contando esto.
Le va bien, le va bien mintiendo y festejando los logros del para qué miente. Lo he llamado paranoia porque es lo que realmente es, hasta tal punto que, habiéndolo contado yo, parezco yo la delirante; verdaderamente decir que: para que tenga espacio él no puedo estar yo, es una aberración; lo expliqué con las teorías que encontré a mano y con otras que no resultaron muy inteligibles por provenir de un ambiente reducido, aún así usé muchas palabras claras y fuertes para decir de qué estoy hablando… y sigue pareciendo un cuento de Internet. Los últimos escritos ni siquiera los guardé, a mí me parece que a quien habría que detener es a él, es más que un parecer, pero en todo caso señalar, como señaló, que… él lo llamó matar el deseo… a mí me resulta paranoica una idea así, pero tal es su grado de… sí, locura, que lo ha llevado a la realidad. Hay ochenta y tantas entradas en este blog, no sabría cómo volver a contarlo sobre todo porque nadie preguntó, lo que quiere decir, que más o menos cada cual se queda con las conclusiones que le permita su imaginario y punto pelota. Sin embargo para mí no es punto ni es final, yo no sabría cómo habrá conseguido paso a paso, persona a persona, llevarlas a casi todas a dónde a él le ha dado la gana. Le he visto actuar en simultaneidad con siete Nicks, lo que a un lector “corriente” le significan siete discursos diferentes, la dificultad la tengo yo cuando trato de decir cómo y qué es lo que está haciendo en esa simultaneidad. Todavía tuvo el cinismo de preguntarme si había vendido algún libro… me he tenido que ocupar de parar sus embestidas día sí día también, este blog enterito no tendría que haberlo abierto, cuando lo abrí, acababa de contactar con varios grupos en Internet para publicar en conjunto, (señal) … las señales son, siempre lo han sido, una desfachatez sobre todo porque sabe que las publico… y le da igual. No le da igual porque sea muy independiente, sino por la constancia que está teniendo de que les da igual a los demás. Yo misma, leo sus post en la comunidad, los pocos que todavía leo, y veo esa misma doblez, ese aprendizaje en la hipocresía utilizando terribles injusticias del mundo para fingir una decencia que está completamente fuera de su manera de proceder. A mí también, ante eso, me vuelve a asaltar la duda y sin embargo no me puedo permitir obviar las renovadas agresiones en tiempo presente.
No tengo ningún deseo de hacer paces con esta persona ni ahora ni nunca, pero pese a que cae en el vacío, denuncio por enésima vez que este señor no tiene ningún derecho a seguir leyendo aquí y que para negarlo, públicamente afirma ni siquiera haberme conocido.
Por lo que a mí respecta aun en este mundo en el que la libertad en la escritura y los derechos a la privacidad en el sentido más popular de ambas expresiones no tienen ningún valor, por mucho que él haya publicitado aquello que hace ya diez años nos puso en relación, yo no tengo nada que ver con este señor y sobre todo ÉL NO TIENE NADA QUE VER CON LO QUE ESCRIBA … Y MÁS TE VALE QUE NO TOQUES JAMÁS UNO SÓLO DE MIS LIBROS A MENOS QUE ESTÉN EN UNA LIBRERÍA PÚBLICA.
Para este señor no existe ninguna ley más que la de la fuerza, y menos que menos ninguna ley simbólica que le obligue a respetar lo ajeno, sus agresiones no consisten en romper libros de papel, los troyanos que les mete a los blogs, no son ataques a los blogs en sí, es parte de su trama de conseguir que nadie me lea, que nadie me escuche, es consecuencia de su creencia de que “si triunfo yo no triunfa él”… y esta frase es tan ridícula y absurda como lo es su idea, es literalmente lo que escribió por ahí hace ya mucho tiempo y literalmente lo que está llevando a cabo. Yo no peleo por el triunfo, yo me defiendo de una agresión tan insistente como injustificada y delirante.
La mayoría de las personas que entran en los blogs, tiene blogs en los que publican lo que desean, nadie va sistemáticamente a ponerlos zancadillas de toda índole, la importancia que le concedan a sus publicaciones, también es de su única incumbencia, sin embargo, este señor se considera con autoridad suficiente para hacer y deshacer con mi trabajo lo que le da la real gana y yo encima, en el intento de defenderme, me convierten a mí en sospechosa de algo raro…
Sería lo menos malo poder sentir tristeza, pero resulta que no es nadie. Ha disfrazado tanto sus actos, que ha resultado que tengo un agresor que ni siquiera existe. Esta es quizás la parte más agresiva, la más ladina, la más cínica, la que más se parece a su sí mismo y a su ambición tan deshumanizada. Así que para mí, cada vez que me encuentro en la situación de tener que nombrar a alguien que las apariencias indican que no es quien digo que es, eso, junto a los comentarios tan amplios , tan sobrados que aparecieron en el blog de la comunidad cuando nombré a casjuntoalrío, me dice el fuera de lugar tan rotundo desde el que está actuando; podría entender que se quisiera apropiar de un dinero, pero boicotear una escritura y no detenerse ante ninguna de las consecuencias que está teniendo… porque hay acoso, y mucho, hay persecución, … todo eso ya lo dije en este blog, tener que olvidarlo cuando nada ha cambiado, también es otra agresión. … después continúa por ahí hablando de amistad, de amor, de derechos, como si no pasara nada.
Pilar García Puerta, 31 de julio de 2009
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